Así han quedado las pistas de atletismo del polideportivo Mateu Cañellas de Inca después de la celebración del Reguetón Beach Festival este pasado fin de semana: el tartán literalmente arrancado, el césped aplastado y algunas barreras de rejilla combadas.
Los problemas comenzaron cuando, para instalar el escenario, entraron en el recinto los camiones con su pesada carga y sin proteger las pistas. Después, ya con las 30.000 personas en el recinto, los bailes y también el vandalismo hicieron el resto.
Pero ahí no acabaron los problemas. La salida de los asistentes fue masiva y mayoritariamente por una sola calle hacia la autopista. A avanzadas horas de la madrugada sonaron las bocinas de los coches y los gritos y las risotadas de los incívicos, sin respetar el descanso de los ciudadanos de la capital del Raiguer.
La Policía Local decidió, ante la masiva presencia de los jóvenes irrespetuosos, no actuar de forma contundente para evitar males mayores.
Ahora, el Ajuntament de Inca se ha puesto en marcha, ha tomado nota de todo lo acontecido para evitar que se produzca en futuros eventos y reclamará a la empresa promotora el arreglo de todos los desperfectos. Unas obras que llevarán tiempo y costarán miles de euros.
Y es que el alquiler que ha cobrado el consistorio ‘inquer’ por ceder el polideportivo al Regueton Beach Festival es de 2.450 euros, aunque solo por las horas extras de la Policía Local y la limpieza del entorno ha tenido que gastar 4.500 euros.
