Es una especie que está catalogada en Peligro de extinción. Hasta el hallazgo en Cabrera, las únicas poblaciones descritas de esta planta se encontraban en el norte de África, Murcia y Valencia, con escasos ejemplares.
Una vez detectada la especie, los dos botánicos, junto con el personal técnico del Parque y del Servicio de protección de especies, han marcado y cartografiado todos los ejemplares, además de recoger semillas para su almacenamiento en el banco de germoplasma del Jardín Botánico de Sóller y de tomar muestras de hojas para que el Ministerio pueda realizar un análisis molecular junto con las poblaciones del levante peninsular.
Para garantizar la conservación de la especie, en los siguientes meses se llevarán a cabo diversas actuaciones.