La jueza de Primera Instancia número 9 de Palma ha dado la razón a las religiosas del Convent de Santa Elisabet de Ciutat, popularmente conocido como Sant Jeroni, en el litigio que mantenían con el Bisbat de Mallorca sobre la titularidad del edificio.
Ubicado junto al Baluard del Príncep desde el siglo XV, el convento, dividido en tres fincas, ha sido la residencia habitual de las monjas jerónimas, a pesar de que en 2014, tan solo unos meses después de que las religiosas se trasladaran al Monestir de Sant Bartomeu de Inca, el Bisbat de Mallorca inmatriculara el Convent de Sant Jeroni.
Casi ocho años después de iniciarse el litigio entre ambas partes, y tras la abundante documentación presentada por parte de las religiosas demostrando la llegada de su orden al Convent de Sant Jeroni ya en 1485, la jueza ha dictaminado sentencia a favor de las monjas.
El Bisbat de Mallorca ha señalado en un comunicado que respeta las decisiones judiciales, pero manifiesta su disconformidad con la sentencia, contra la cual tiene intención de interponer un recurso de apelación en un plazo máximo de 20 días.