La supuesta injerencia por parte de Alberto Jarabo en la organización de los festejos del orgullo, abrió la caja de pandora y supuso el primer órdago de la ya exregidora de Justicia Social, Feminismo y LGTBI, quien amenazó en aquel momento con abandonar el equipo de gobierno municipal.
Un envite que obligó a intervenir a José Hila, desautorizando a Alberto Jarabo y otorgando toda la responsabilidad de la organización de la Palma Pride Week 'interruptus' a Sonia Vivas.
Creyéndose vencedora, y a punto de recoger su botín de encima de la mesa, la responsable de Ella Global Community, Kristin Hansen, entró en escena y puso de nuevo la partida patas arriba con sus desafortunadas declaraciones sobre las lesbianas y la Part Forana.
La indignación en las redes sociales dio paso a un comunicado de Més per Palma desentendiéndose de la organización del evento.
Un comunicado al que, supuestamente, respondió Sonia Vivas, con la aprobación de su compañero de partido y regidor de Promoción Económica, Rodrigo Romero, con toda la artillería al alcance de su mano, al recordar en otro comunicado la imputación de Neus Truyol y menospreciar, de paso, el PGOU de Palma. Unas acusaciones que le costaron el cargo a la regidora de Unidas Podemos.
Ha sido precisamente la publicación de unos audios del propio Rodrigo Romero, en los que señalaba a Neus Truyol como responsable de la crisis y tildaba a su compañero Jarabo de "fracasado", los que han provocado el último capítulo de esta crisis. Una crisis en la que el único superviviente de la formación morada hasta la fecha en Cort es el portavoz del equipo de gobierno municipal, un Alberto Jarabo que se ha autoimpuesto la omertá como receta para afrontar esta crisis.