Para evitar los embotellamientos, el Consell de Mallorca y la Dirección General de Tráfico han impuesto una serie de medidas restrictivas que dejan, como única opción, visitar estos emblemáticos lugares a bordo de un autobús público.
Como en años anteriores, se establecen dos niveles de restricción diferentes. Entre el Port de Pollença y la playa de Formentor podrán circular taxis y VTC sin necesidad de solicitar autorización y los autocares previa autorización. No es así entre la playa y el faro, donde solo se permitirá el paso a los no residentes si van en el autobús TIB habilitado expresamente, en bicicleta o a pie.
La norma tiene, sin embargo, una excepción: los vehículos privados que superen el ‘chek point’ instalado en el Port de Pollença serán fotografiados por una cámara de control y se les abrirá un expediente sancionador, que podrán cerrar si envían por email una fotografía del ticket del aparcamiento situado junto al Hotel Formentor.