Acceder a una vivienda se ha convertido en una misión prácticamente imposible en Baleares. Una realidad compartida en todas las islas del archipiélago y ante la que la exigua oferta de vivienda pública en Baleares, muy por debajo de la media nacional, se muestra impotente.
"Disponemos de poco más de un 1'1% de vivienda pública sobre el total de vivienda viva en nuestro archipiélago", ha reconocido Josep Marí, conseller de Movilidad y Vivienda, quien ha cifrado "en unas 2.000 viviendas públicas en vigor, y estamos trabajando en incorporar unas mil más".
Una situación que el conseller Marí asegura que es heredada de gobiernos anteriores, donde esta política de vivienda pública asegura que no fue una prioridad. Una prioridad que tampoco se ha visto reflejada a nivel nacional, cosa que sí ha sucedido en el resto de Europa.
"No llegamos en el conjunto del Estado al 14 ó 15 por ciento que hay en otros países centroeuropeos. Unos países donde sabemos que el porcentaje de vivienda pública sobre el total es mucho más elevado", ha señalado el propio Marí.
Además de afectar a los propios vecinos y residentes de nuestro archipiélago, esta dificultad a la hora de acceder a la vivienda también la padecen muchos trabajadores de servicios esenciales, quienes tienen a Baleares como su última opción debido a su alto coste de vida.