El cáncer hizo acto de presencia, como siempre, demasiado pronto en la vida de David. A los cinco años y medio, con todo el mundo por descubrir, el dolor tomó las riendas de su existencia.
"No vas a la playa, no estás con tus amigos... Al ver que los demás lo podían hacer y tú no te cuestionabas muchas cosas. ¿Por qué tú y no otro? Eran preguntas que te hacías y que nunca acababas de entender", reconoce el propio David.
Preguntas que se enrevesaban al mismo ritmo que se manifestaban los efectos secundarios propios de la quimio y la radioterapia, como esa enfermedad de Perthes que le ha dañado la cadera, las cataratas o la otitis crónica.
"Me ha tocado vivir dos vidas. La vida de hace diez años y la de ahora no tienen nada que ver. Soy otro David, pero de alguna manera estoy contento en parte, porque dentro de lo malo, he conocido a personas increíbles", apunta el joven autor.
Personas increíbles como sus padres, Jaime y Paquita, su hermano Dani, la profesora de Lengua y Literatura Catalana, Antonia Ramón, quien espoleó su imaginación, o su amiga Cecilia Cabana, encargada de ilustrar algunas de las páginas de su libro, ‘Entre cuatro paredes blancas’.
"Al igual que hay novelas policíacas, de aventuras, de amor..., a mí me hubiera gustado en su momento tener una lectura que se acercara a mí. Este es un libro que va dirigido a esas personas que tienen prisa por salir del hospital", apunta Morey Rubio.
A punto de cumplir los 20 años, David se enfrenta estos días a los exámenes finales de primer curso del Grado Superior en Administración y Finanzas en San José Obrero.
Una prueba que a buen seguro superará, como tantas otras que ya ha dejado atrás en su vida, y que le llevaron la semana pasada a presentar su ópera prima, de la mano de Rotary Club de Mallorca, en la sede del Colegio de Médicos.