Este lunes conocíamos que la inflación subía hasta alcanzar el 8,7% respecto a mayo de 2021, un aumento que se debe principalmente a la fuerte subida de precios que han experimentado los productos básicos de la cesta de la compra y la escalada de precios que sufren los carburantes, acentuándose con el estallido del conflicto bélico en Ucrania.
De hecho, desde el Banco de España señalan que la inflación perjudica sobre todo a las familias con menor renta y a los mayores de 65 años, al tener que destinar hasta un 25% de su presupuesto a realizar la compra o pagar la factura de la luz, frente al 15% que destinan las familias con rentas más elevadas. Es por esta razón que los expertos califican la inflación como el impuesto de los pobres.
Asimismo, cuanto más tiempo se mantenga la inflación a niveles tan altos, más poder adquisitivo pierden las familias.
Con todo, las principales instituciones y expertos económicos señalan que es cuestión de meses que los precios vuelvan a experimentar una bajada y la inflación pierda fuerza. Si bien, muchos coinciden en que la situación no se normalizará hasta 2023.
El aumento de la inflación, no solo está afectando a las familias, también a las empresas de las Islas. Una situación que tanto CAEB como la Cámara de Comercio de Mallorca consideran "muy preocupante".