Así, son muchos los turistas que son abordados, prácticamente a pie de pista, por parte de los taxistas pirata. Una situación especialmente complicada en la isla de Ibiza, donde este fin semana un policía local fue arrollado por uno de estos al tratar de huir de un control, pero que también tiene su réplica en el aeropuerto de Son Sant Joan.
Javier, un taxista presente en el aeropuerto, denuncia que "se colocan ahí, en la entrada, y captan a los clientes como ellos quieren, cobrándoles una barbaridad. Eso es competencia desleal contra nosotros".
Una situación ante la que los taxistas denuncian sentirse indefensos, solicitando un mayor control por parte de la administración para poder luchar así contra un servicio que, en muchos casos, es ejercido por parte de particulares sin ningún tipo de licencia.
"Nosotros estamos cualificados y tenemos unas formaciones, habiendo superado varias pruebas para poder acceder al servicio de taxi y ellos no", lamenta Francisco, otro profesional del sector que este lunes se encontraba trabajando en Son Sant Joan.
Más allá de los precios abusivos por parte de estos taxistas piratas, algunos taxistas aseguran que "cobran diez euros por cliente para llevarlos hasta s'Arenal, cuando nosotros, aunque el taxi vaya completo, no cobramos más de 20 euros por el trayecto", los profesionales del sector lamentan el riesgo que corren estos clientes al contratar un servicio que queda al margen de la normativa.
"Nosotros estamos identificados en seis puntos diferentes del vehículo e, indirectamente pertenecemos al Ayuntamiento de Palma. Si pasa cualquier cosa, en seguida nos van a localizar. A ellos no", vuelve a quejarse el mismo Francisco.
Una situación que se repite año tras año y ante la que la Policía Nacional ya ha intervenido hasta en ocho ocasiones en las últimas semanas, identificando a una docena de estos taxistas piratas.