La presencia de varias representantes de la Associació Barri Cívic de Santa Catalina ha acaparado todos los focos en el pleno del Ayuntamiento celebrado este jueves. Así, los vecinos de este barrio exigen a Cort a que se afane en la búsqueda de un equilibrio entre la principal actividad económica de la zona y su derecho al descanso.
"Es una cuestión de proporciones", ha señalado María Mayol, quien ha señalado que "lo que no puede ser es que en la calle Fábrica, que tiene 17 metros de ancho, haya tantas terrazas de bares contiguos. Lo que pedimos es que en estas zonas donde hay tanta concentración de bares contiguos, se reduzca al 50 por ciento el espacio que tienen permitido de ocupación de terrazas".
Una aglomeración que según la propia Mayol "ha convertido a Santa Catalina en un parque temático del ocio nocturno", lo que requeriría de una "mayor presencia y contundencia policial". Así, la presidenta de Barri Cívic ha señalado que "solo con la presencia policial ya se ha reducido bastante la problemática, ya que son los mismo restauradores los que se han autorregulado. Si, además, esta actuación policial fuera más contundente, es decir, más de sancionar que de advertir sobre las conductas incívicas, pensamos que tendrían un resultado perdurable en el barrio".
Una actuación policial que se ha vuelto a defender desde el equipo de gobierno municipal, desde donde se asegura que en los dos últimos fines de semana se han impuesto más de cien sanciones en Santa Catalina, además de precintar hasta ocho equipos de música desde el pasado mes de febrero.
Así, Joana Adrover, regidora de Seguridad Ciudadana, ha señalado que "el Ayuntamiento de Palma tiene muy claro que Santa Catalina es un espacio donde se tiene que tener una presencia reforzada de policía", al tiempo que ha señalado que "en los dos últimos fines de semana se han levantado algo más de cien actas de sanción, aunque cerca de la mitad corresponden a infracciones de tráfico".
Sin negar el refuerzo policial presente desde principios de mayo, los vecinos de Santa Catalina solo exigen una cosa: la voluntad política por acabar con una situación que tiene visos de enquistarse. Y es que según la propia Mayol, "la degradación llega a ser tan grande, que hasta ellos mismo (refiriéndose al Ayuntamiento) han visto que no se puede traspasar este límite".
Por su parte, los partidos de la oposición en el Ayuntamiento de Palma han aprovechado para arremeter contra la gestión del equipo de gobierno en relación a la situación en Santa Catalina, destacando la falta de efectivos policiales.