El reputado restaurador, Alberto Jareño, no es ajeno a ello. En sus negocios de restauración se ha visto obligado a tener que subir los precios e incluso modificar el menú para tratar de ajustar los gastos.
"La gente no entiende que ha subido el aceite, la luz, el gas, el autónomo y nos vemos obligados a tener que subir los precios, no nos queda otra si quieres lograr un beneficio o al menos empatar", ha advertido Jareño.
Pero la escalada de precios no es el único de los problemas a los que se ha tenido que enfrentar Jareño, tampoco encuentra personal cualificado para sus negocios. Un hecho que ha obligado al restaurador a tomar una drástica situación: modificar el horario de apertura.
"No hay personal, ni bueno ni malo, falta mano de obra por todo", ha señalado Alberto Jareño, añadiendo que "he tenido que tomar la drástica decisión de abrir menos horas el restaurante, dejando de abrir como cafetería para ser solo restaurante".
Una situación complicada que desde el sector de la restauración confían en poder revertir gracias a una buena temporada turística.