Iago Negueruela, conseller de Turismo, ha indicado que "ahora mismo está bloqueado por la moratoria la adquisición y el intercambio de plazas turísticas. Dentro de cuatro años, al mismo tiempo que hay reducir estas bolsas públicas, el intercambio de plazas también adoptará el formado de 2x1".
Todo en un sector, el turístico, del que depende directa o indirectamente el 27,7 por ciento del PIB en nuestro Archipiélago, donde existe una oferta que ronda las 433.000 plazas turísticas.
"Es un modelo que va en paralelo a la reducción de la bolsa, haciéndolo más sostenible y equilibrado en todo el territorio", ha señalado Neguerulela, quien ha querido destacar que "no se ponen en riesgo las plazas existentes. Si uno adquiere directamente la totalidad de una vivienda vacacional o la totalidad de un hotel para explotarlo, eso no va por intercambio. Por tanto, ahí no se pierde ni una sola plaza".
La búsqueda de un turismo de mayor poder adquisitivo, en el que también se incluiría el de los paquetes familiares, es el objetivo de una ley turística que pretende acabar a medio largo plazo con la masificación que, desde algunos sectores, denuncian que sufre nuestra comunidad.
Este anuncio llega unos días después del acuerdo que limita la llegada de tres cruceros diarios a la bahía de Palma. Un ejemplo más de la intención del Govern por limitar la llegada de visitantes a Baleares. Una ecuación de difícil solución y donde el equilibrio se ha convertido en la auténtica incógnita a despejar.