La llegada diaria de cruceros ha animado las calles del centro de Palma. Sus pasajeros aprovechan estas horas para pasear y conocer la ciudad.
Los comerciantes se muestran satisfechos con el arranque de la temporada turística aunque reconocen que muchos de los visitantes pasean, entran a los comercios y miran, pero compran poco.
Tolo Soberats, encargado de un souvenir, ha explicado que "vienen más cruceros pero todavía vienen algo vacíos y con pocas ganas de gastar", añadiendo que "por muchas ganas de que tengamos de arrancar, está costando, todo va lento y nosotros tenemos muchos gastos y cuesta mucho llegar a final".
Y es que algunos comercios lamentan que las excursiones y visitas guiadas, especialmente entre cruceristas, dejan poco tiempo para poder pararse a comprar o bien, lo hacen en establecimientos comerciales con los que tienen convenios cerrados.
Por otro lado, las agradables temperaturas que ha habido durante Semana Santa y en estos últimos días han facilitado que muchos visitantes llenen las terrazas de cafeterías, restaurantes y heladerías. "La verdad es que estos días estamos teniendo bastante trabajo, sobre todo por las mañanas cuando bajan de los cruceros para pasear por Palma", ha destacado Emilia Moyá, empleada de una heladería, quien ha resaltado que "estos días han sido una locura de trabajo y esperamos que en verano todavía vaya a más".
Aunque las ventas no han terminado de arrancar, la oferta complementaria no pierde la esperanza y confía en que este verano será el de la recuperación del sector.