Las alarmas saltaron en Reino Unido donde se han comunicado 108 casos confirmados de hepatitis grave. En lo que va de año, el brote suma 190 afectados en 14 países, siendo España el segundo con más casos, con un total de 13. Uno de ellos, en Baleares.
En este sentido, el coordinador de la Unidad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital de Son Espases, el doctor Antoni Rossell, ha explicado que "no hay que alarmarse, casos de estos siempre ha habido, aunque es cierto que hay una incidencia un poco mayor de lo que esperábamos, si bien la mayoría de los casos se recuperan bien aunque ha habido algún caso que ha necesitado un trasplante".
Por el momento se desconoce el origen de este brote, aunque las investigaciones se centran en los adenovirus como posible causa. "El adenovirus es el virus que más se ha detectado en los casos publicados. No es el único virus pero sí el que tiene mayor prevalencia, por lo que se está investigando si realmente es el causante de estos casos puntuales", ha destacado el doctor.
Precisamente, el doctor Rossell, ha pedido cautela a las familias al asegurar que, si bien es cierto que ha subido la incidencia, la mayoría de casos se recuperan bien. Asimismo, se descarta que exista una relación directa entre la hepatitis aguda y el coronavirus.
"Son unos síntomas muy banales y que se presentan muy frecuentemente en los críos como son los vómitos, en algunos casos también se asocia a diarrea, dolor abdominal o puede aparecer fiebre", ha advertido el doctor Rossell, añadiendo que "el síntoma que puede llevarnos a pensar que pueda ser hepatitis es la aparición de una coloración amarilla en los ojos o en la piel que sería la ictericia".
Con todo, los servicios de epidemiología aplican un cuestionario exhaustivo en todos los casos que se identifican, aunque por el momento no se ha encontrado una causa común que haya provocado los casos.