Un dispositivo policial que ha empezado a desplegarse a primera hora de esta mañana, tal y como nos han contado algunos de los trabajadores de la zona desconocedores hasta entonces de tan regia visita.
"Desde las cinco de la mañana, momento en el que yo llego aquí para trabajar, estaban los policías", señala un empleado de la zona, quien reconoce que "no tenía ni idea de lo que estaba pasando".
Un despliegue que ha sorprendido también a muchos vecinos y turistas, quienes a medida que iba transcurriendo la mañana se acercaban hasta la zona habilitada para el público asistente. "No teníamos ni idea", ha señalado una vecina de Palma, "pero viendo el movimiento hemos supuesto que era algo relacionado con la Casa Real. Nos hemos sentado a ver".
Otros en cambio, disponían de información de primera mano, por lo que se han apresurado a coger sitio en la terraza de alguno de los bares convertidos en palco durante esta mañana. "La hija de mi amiga, que trabaja delante del Gran Hotel, nos lo ha dicho", ha apuntado otra señora antes de manifestar que "a doña Letizia no sé si la vamos a ver, pero al Rey, seguro que sí porque es muy alto".
Con los objetivos de los móviles y las cámaras a punto, se ha producido la llegada de los reyes, recibida con algunos aplausos y vivas por parte de los asistentes.
Una espera que ha merecido la pena para algunos de los asistentes. Así, una veterana vecina de la capital balear "muy monárquica", ha manifestado su alegría tras conseguir ver a los monarcas. "Los he visto llegar y me ha emocionado mucho. Se me ha puesto la piel de gallina", ha confesado satisfecha.
Una mañana marcada por la visita real a la capital balear y que, a buen seguro, algunos tardarán en olvidar.