Los polígonos industriales de Son Castelló, Can Valero y Son Morro, la zona turística y residencial de la playa urbana de Cala Major y el parque de la barriada de Son Pizà contarán en breve con más vigilancia.
No la llevarán a cabo agentes de la Policía Local, sino vigilantes privados contratados por el Ajuntament, según ha aprobado el último pleno de Cort.
En total, serán 19 los policías privados que intentarán evitar los continuos actos de gamberrismo y botellones que se perpetran en estos lugares, tal y como han denunciado de forma reiterada y continua los empresarios de los polígonos y, también, los vecinos.
El equipo del alcalde José Hila y la regidora de Seguridad, Joana Maria Alcover, finalmente han tenido que aceptar las propuestas de los sectores sociales perjudicados y de la oposición en el consistorio. Ante la incapacidad de cubrir las necesidades de la ciudad por parte de la Policía Local por su falta de efectivos, se destinarán fondos económicos municipales para subcontratar la seguridad pública en empresas privadas.
El coste de esta solución está presupuestado en 150.000 euros y supondrá desplegar 11 agentes en los polígonos de Son Castelló, Can Valero y Son Morro, además de otros 2 en Cala Major y 2 más en Son Pizà. Si no hay inconvenientes burocráticos, empezarán a actuar en junio, aunque la experiencia solamente se desarrollará, por ahora, durante 4 meses.