Aunque pueden encontrarse durante todo el año, por estas fechas, en el Forn Fondo de Palma mantienen la tradición y elaboran y venden cada día centenares de panades, robiols y crespells de todo tipo, desde los más típicos a los más novedosos, adaptándose a los gustos de cada consumidor.
La propietaria del Forn Fondo, Neus Llull, ha señalado que "Por Semana Santa la gente lo que se lleva más de salado son las panades de cordero, cordero con guisantes, guisantes y también de pescado y sepia", añadiendo que "de postre lo que más éxito tienen son los robiols que los tenemos de cabello de ángel, crema, de mermelada de fresa, naranja y chocolate y ahora hemos incluido nuevos sabores como el dulce de leche".
Durante estos dos años de pandemia y la limitación de personas en las reuniones familiares, ha provocado un incremento de las ventas de estos productos ya elaborados. Si bien, sigue habiendo muchas familias que prefieren mantener la tradición de comprar todos los ingredientes y prepararlos en casa junto a sus seres queridos.
También generan interés entre los turistas que visitan estos días la isla. Los más atrevidos se atreven a probar alguno de estos productos típicos de Semana Santa. "Los turistas se paran porque ven el escaparate tan bonito que tenemos, pero lo que compran más son tonterías", ha explicado Llull, añadiendo que "nosotros les explicamos la tradición y alguno se atreve a probarlo, pero no se llevan grandes cantidades como hacen los mallorquines".
Son días de intensa actividad en todas las pastelerías y hornos de las islas que mantienen viva la tradición de elaborar estos productos tan típicos de Semana Santa.