La comisión llegará el lunes para conocer cuáles son las actuaciones que han realizado las instituciones en relación a los 16 casos de menores abusados sexualmente y tutelados por el IMAS.
El objetivo es recabar más información sobre la asunción de responsabilidades técnicas y políticas y qué soluciones se han puesto en marcha para evitar más casos.
La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, presidida por la eurodiputada popular, Dolors Montserrat, se entrevistará el lunes con la presidenta del Govern, Francina Armengol, en el Consolat.
Además, la delegación se reunirá, a puerta cerrada, en el Hotel Bosque Bellver, con diversas autoridades de Baleares como la consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera y el expresidente del IMAS, Javier de Juan. Los europarlamentarios se verán también con el exdefensor del Menor, Serafín Carballo, y con quien ocupó su puesto cuando cesó, Josep Luis Riera. Además, se entrevistarán con José Díaz, fiscal de Menores, y con David López del Val, de la Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer de la Policía Nacional.
En su visita, los europarlamentarios también tienen previsto reunirse con los expertos que realizaron el informe encargado por la Comisión Política que realizó el Consell de Mallorca, madres de las víctimas y periodistas que destaparon los casos. Cabe decir que la agenda aún está sujeta a cambios.
Esta delegación de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo llegará a Baleares a raíz de la denuncia de un particular que calificó de insostenible la inacción de las instituciones ante los 16 casos de menores tuteladas por el IMAS y víctimas de abusos sexuales.
El caso de estos abusos a menores tutelados fue trasladado a la comisión de peticiones de la eurocámara por un ciudadano ibicenco y candidato de VOX al Senado, José Luis Sánchez Saliquet, que denunció como insostenible la inacción del Govern ante estos casos.
Recordemos que, tras conocerse el escándalo, los grupos de la oposición, PP, VOX, CIUDADANOS y el PI, pidieron una comisión de investigación en el Consell de Mallorca, aunque finalmente la institución se negó y realizó una comisión política, que concluyó sin la asunción de responsabilidades. Además, la Fiscalía de Balears abrió una investigación, pero el fiscal cerró el caso al entender que no existía una red articulada para abusar de los menores.
En enero, la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo aprobó el envío de esta misión a las Islas con el apoyo mayoritario de las formaciones conservadoras y el rechazo de los eurodiputados socialistas, los verdes y la izquierda, que acusan a la presidenta de la comisión, la popular Dolors Montserrat, de usar la comisión de peticiones en beneficio político.
Acusaciones políticas a parte, casos similares, además de en Baleares, se han dado en la Comunitat Valenciana, gobernada por socialistas o en Madrid con el gobierno de Díaz Ayuso.
La denuncia de una menor tutelada destapó el escándalo
La noche de Navidad de hace dos años, una niña de 13 años, que no había regresado a su piso de acogida del IMAS del Consell de Mallorca, acabó en una fiesta en una infravivienda del Camp Redó. Allí llegó tras consumir alcohol y drogas en un bar de Son Gotleu, reconocido por la Policía Nacional como un punto de captación de menores para prácticas sexuales con adultos a cambio de dinero.
En Corea, la niña se encontró con cinco muchachos de entre 14 y 16 años, y otro ya mayor de edad. Según el sumario judicial, una vez en la infravivienda, dos de los jóvenes la violaron y otros dos la obligaron a practicar sexo oral.
Según ha declarado la niña, le propinaron guantazos para obligarla a hacer todo lo que ellos le requerían. Después, otro muchacho se ofreció para llevarla de regreso a su centro de acogida, aunque no fue así y volvió a violarla en el coche. Ante todas estas acusaciones, los inculpados siempre han alegado que ella consintió en todo momento.
La fiscalía pide tres años de internamiento en régimen cerrado para los dos menores de edad que perpetraron las violaciones y dos años a los que solamente participaron en las felaciones. El otro joven participante, que en el momento de los hechos era ya mayor de edad, será juzgado en otra vista.
La muchacha que captó a la víctima en el bar de Son Gotleu y la llevó a la fiesta de Corea nunca ha sido acusada de ningún delito.