21 años consumidos a través de convenios, acuerdos y planes generales de ordenación urbana que han hecho mella en el estado de unas instalaciones ubicadas en un solar de más de 300.000 metros cuadrados en el centro de Palma, entre las carreteras de Sóller y Valldemossa.
Tras pregunta del portavoz de El Pi en el Parlament, Josep Melià, la presidenta del Govern, Francina Armengol, ha señalado en la sesión plenaria de este martes que "hay una negociación que está siendo intensa entre el Ministerio de Agenda Urbana y el Ministerio de Defensa para que este espacio lo pueda gestionar el Sepes (la Entidad Pública Empresarial de Suelo) respetando la planificación que haga el Ajuntament de Palma, quien es la institución competente".
Con capacidad para más de 900 viviendas de protección oficial, el nuevo proyecto urbanístico podría albergar también equipamientos sociales tales como una escuela o un centro de salud.
Una respuesta habitacional que, tal y como defiende ARCA, debería conservar algunos de los elementos patrimoniales más importantes del antiguo acuartelamiento, convirtiendo así el nuevo vecindario en un espacio singular que permitiera a Son Busquets dejar de ser otra oportunidad perdida.