Así, durante la jornada de este miércoles hasta 48 refugiados han abandonado este hotel del Paseo Marítimo de Palma con destino al Hospital Sant Joan de Déu y el Colegio de La Salle, ambos en la capital balear, donde se les ha garantizado alojamiento durante el periodo de un año.
Mañana jueves está previsto que un segundo contingente de 160 personas lleguen al Palma Bay Club Resort de la Playa de Palma, donde la Cruz Roja ha conseguido alquilar por un año dos bloques para los refugiados. Otros 50 ucranianos permanecerán un mes más en el Hotel Bellver a la espera de que se les encuentre un punto de acogida definitivo.
Sin embargo, la polémica comenzaba este lunes con el traslado de hasta 13 refugiados a un centro de acogida situado a las afueras de Sevilla. Las imágenes que desde ahí mandaron los desplazados empezaron a circular entre los móviles de los ucranianos que se habían quedado en la Isla.
"Han vivido en unas condiciones inhumanas. Una de las trasladadas a Sevilla no ha podido dormir porque no podía ni respirar. Todo estaba lleno de moho", ha señalado Anastasia Kvach, una ucraniana residente en Mallorca que desde el inicio de la invasión rusa ha estado cooperando con sus compatriotas que llegaban a la Isla.
En términos muy similares se ha manifestado Oleksandr Kazekin, otro ucraniano que vive en Mallorca y que se ha involucrado desde el primer momento en la ayuda a los refugiados: "Las condiciones eran pésimas, las habitaciones no tenían ventanas. Parecía más una cárcel que un alojamiento para las personas que huyeron de la guerra".
El temor ante las imágenes recibidas y la falta de información ante su inminente traslado, se agudizaron el martes por la mañana al recibir una nota por debajo de la puerta con el membrete de la Cruz Roja.
"Tiraron un papel por debajo de la puerta informándoles de que hoy miércoles tienen que estar a las 10:00 en el hall del hotel porque los van a trasladar. Lo aceptan o no lo aceptan", señala Kazekin. Sin información y con las imágenes del centro de Sevilla en su memoria, algunos de los refugiados protagonizaron una protesta el mismo martes por la tarde frente a las puertas del hotel.
Seis de los trasladados a Sevilla, cuatro mujeres y dos menores, regresaron a la Isla, mientras que el resto de refugiados están siendo finalmente trasladados a los centros con los que la Cruz Roja ha conseguido llegar a un acuerdo de cara al próximo año.
Más tranquilos, después de la angustia que les acompaña desde el pasado 24 de febrero, agudizada por este episodio de las últimas horas, estos ucranianos tratarán ahora de iniciar ahora su nueva vida en Mallorca.