Así, tal y como señala la presidenta de la Asociación Balear de Autoescuelas, Juana Ribas, ha asegurado que "para amortiguar este incremento de costes las autoescuelas han tenido que subir 75 céntimos el precio de las clases de conducir".
"Nos están sangrando" asegura la propia Ribas, quien lamenta que "no es ya que no tengamos beneficios, es que en estos momentos tenemos pérdidas".
En cuanto a la nueva Ley de Tráfico, que entró en vigor el pasado lunes, Ribas se ha mostrado satisfecha con los cambios. Las autoescuelas esperan que con el incremento en la pérdida de puntos por usar el móvil o no ponerse el cinturón, además del incremento en el importe de las sanciones económicas, se puedan evitar distracciones al volante y disminuir así la siniestralidad en las carreteras.