El contenido de estos eran productos de ayuda humanitaria donados por los vecinos de Mallorca que han hecho llegar al punto de recogida cedido por ASIMA: el Antiguo Parque de Bomberos ASIMA y gestionado por la Asociación Familia Ucraniana de Mallorca.
Entre los productos, había recursos como botiquines, medicamentos y otro material sanitario. La función de estos productos es la de ayudar en medida de lo posible a todos los desplazados ucranianos con motivo del conflicto iniciado en su país de origen.
Xisco y Joana son los nombres de los valientes trabajadores de ASIMA que se han adentrado en tal travesía con el resto de personal. Durante la noche, Xisco comparte un vídeo asomado por la ventana en el que no paran de sonar las sirenas de alarma por amenaza de bombardeo, aunque eso no les ha impedido armarse de valor y conducir otros 2.700 kilómetros de vuelta con tal de hacer llegar esos productos al pueblo ucraniano.
