Queda así abierta la puerta a una posible reducción en el IVA de los carburantes, del 21 al 10 por ciento, así como una revisión del Impuesto Especial de Hidrocarburos. Y es que de hecho, el actual precio de los costes energéticos explica en buena parte el crecimiento del 7,6 por ciento en el IPC.
"Los consumidores, como cualquiera de los ciudadanos, están preocupados por el precio de las energías: la electricidad, el gas y la gasolina. Una preocupación que también llega a las propias empresas que necesitan de esta energía para continuar funcionando. Todos estamos preocupados", ha señalado Fèlix Alonso, director general de Consumo del Govern.
A pesar de que la mayoría de expertos apunta a esta posible rebaja impositiva como remedio para frenar la creciente inflación, el director general de Consumo, Fèlix Alonso, apuesta más por una política de ayudas para salir de esta complicada situación.
"En estos momentos quizá sea más factible una política de ayudas. Una mezcla de las dos, tal vez. Allí donde se pueda rebajar se tendría que aplicar un impuesto super reducido, pero esto no es posible en todos los casos. Por tanto, lo que se tendría que hacer, es conceder ayudas directas y, en este caso, un impuesto directo sobre aquellas empresas que en una guerra siempre ganan dinero: en este caso las eléctricas", ha manifestado el propio Alonso.
Ayudas, tasas y reducción de impuestos. Una complicada toma de decisiones que exige la ciudadanía ante la cada vez más apremiante situación económica. Habrá que esperar hasta el próximo día 29 de marzo para conocer los detalles de este plan de choque en el que está trabajando el Gobierno.