La medida está contemplada dentro del Plan General de Ordenación Urbanística de Palma y afectará a más de la mitad de los 89 barrios de la ciudad.
Así, Cort tiene previsto convertir estos 56 barrios en supermanzanas, agrupando diversas calles y zonas en las que se restringirá el tráfico rodado a los no residentes en favor de peatones, bicicletas y patinetes.
Una medida polémica que no ha gustado nada ni a los comerciantes que denuncian afectará a sus ventas, ni a la ciudadanía, que lo ven como una limitación a sus derechos.
Con esta medida, el consistorio palmesano busca frenar el uso de los vehículos, haciendo una fuerte apuesta por la movilidad sostenible. De este modo, las supermanzanas donde se limitará el acceso a vehículos, se sumarán a las zonas Acire.
Asimismo, desde el Ayuntamiento de Palma destacan que cada supermanzana dispondrá de todos los servicios públicos necesarios para que no tengan que usar sus vehículos para desplazarse a otras zonas.