Y es que Ucrania es el principal exportador de aceite de girasol, así como de cereales como el trigo o el maíz. Pese a la guerra, por el momento, no se han dado situaciones de desabastecimiento de aceite de girasol en las distintas tiendas de alimentación.
Desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS) explican que la medida se debe a un "atípico comportamiento de los clientes". Y es que según advierten, las cadenas de alimentación temen que los clientes se asusten por la situación y acaben haciendo un acopio excesivo del aceite de girasol, tal y como ocurrió con productos como el papel higiénico durante las primeras semanas de confinamiento.
Sin embargo, pese a esta limitación en la compra de aceite de girasol, desde ASEDAS hacen un llamamiento a la calma, afirmando que hasta la fecha, apenas se ha notado el efecto de la guerra y recuerdan que existen otros productos alternativos o sustitutivos al aceite de girasol como es el caso del aceite de oliva, del que España es el primer productor mundial.
Con todo, tanto Europa como el Gobierno español trabajan para paliar la posible escasez de productos procedentes de Ucrania debido a la invasión rusa. De hecho, desde ASEDAS aseguran que "la cadena alimentaria española es extraordinariamente eficiente y tiene suficiente capacidad para proveer al mercado de dichos productos".