Pese a la defensa del protagonismo que debería tener el castellano en el sistema educativo balear realizada por el Conseller d'Educació, Martí March, ha salido vencedora de la negociación la de MÉS per Mallorca y MÉS per Menorca que, precisamente, reclamaban todo lo contrario: ninguna mención expresa al castellano y, por ende, ningún protagonismo.
Con esta decisión final del Govern, la regulación que va a seguir en vigor es la de la Ley de Mínimos: en los colegios, el 50% de las clases se deben impartir en catalán. El otro 50% queda al albedrío del proyecto educativo de cada centro. Sin embargo, la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre la presencia mínima del 25% del castellano en las aulas marca la continuidad de la polémica entre las dos facciones.
Los partidos de izquierda han alegado que la eliminación del castellano del proyecto de Ley de Educación ha venido provocada por la decisión del PP de votar en contra de determinados articulos, especialmente las lingüísticas. Por ello, las izquierdas, al no llegarse al consenso, han optado por regresar al texto inicialmente pactado dentro de la mayoria gubernamental.