Con el viento, las temperaturas bajarán de forma apreciable, y más en las zonas más expuestas.
El cielo estará todo el día cubierto de nubes, aunque con escasas probabilidades de que dejen caer alguna gota de lluvia. Precipitaciones que, de producirse, siempre serían débiles y ocasionales.
El domingo tanto el norte de Mallorca y, sobre todo, la isla de Menorca seguirán bajo la influencia del viento fuerte del norte, aunque a medida que giren los relojes, rolará a oeste-suroeste ya por la tarde y perderá toda su fuerza.
Los intervalos nubosos se irán desvaneciendo, quedando a partir del mediodía un cielo despejado.
Al desaparecer el viento, las temperaturas volverán a escalar los termómetros, con máximas cercanas a los 17-18 grados a primeras horas de la tarde.
El lunes la semana laboral arrancará con cielos despejados y temperaturas en ascenso proclamando la llegada de la primavera.