Los protésicos destaparon la existencia de un taller ilegal en el que se estarían fabricando prótesis dentales a medida, sin permisos ni titulación.
Los investigadores localizaron a los responsables, un hombre y una mujer, y procedieron a inspeccionar el espacio en el que ambos fabricaban las dentaduras. La vivienda, ubicada en Vilafranca de Bonany, carecía de las medidas sanitarias exigibles para esta actividad.
Asimismo, los agentes investigan a una tercera persona, la responsable de una clínica dental de Cala Rajada, por su supuesta implicación en la trama.