Los problemas de distribución de determinadas materias primas han perjudicado al sector del automóvil, incapaz de satisfacer la demanda de los rent a car ante una más que presumible buena temporada turística.
La escasez de microchips hará que la flota de vehículos de alquiler en Baleares se reduzca hasta las 70.000 unidades, una cifra muy inferior a las 120.000 que habitualmente se requieren durante la temporada alta.
Esta diferencia entre la oferta y la demanda podría disparar los precios en algunos momentos del verano hasta un 40 por ciento.
Una realidad a la que tendrán que hacer frente los turistas que nos visiten este año, en una campaña que ha sido calificada como “intensa” por el propio conseller de Turismo, Iago Negueruela, y que debería convertirse, según las previsiones más optimistas, en la de la recuperación total para buena parte del sector turístico.