Por un lado, de consolidarse esta denominación, se ligaría para siempre el nombre del mejor tenista del mundo con la isla donde nació y se crio. Por otro, sería una forma clara de promocionar, un poco más, el destino turístico que ya es de por sí Mallorca.
Recordar que, por ejemplo, el aeropuerto Madrid Barajas es, además, el aeropuerto Adolfo Suárez, el de Nueva York en Queens es el JFK por el presidente John Fitzgerald Kennedy y, también, que el aeropuerto de Liverpool es el aeropuerto John Lennon, entre otros muchos en todo el mundo que honoran a grandes figuras históricas y sociales.
Sin embargo, lo que alguien ha querido olvidar es que el aeropuerto de Palma, en 2017, fue propuesto para ser denominado Aeropuerto Ramon Llull. El pleno del Consell de Mallorca del 12 de febrero de ese año, en una iniciativa impulsada por su entonces presidente, el econacionalista Miquel Ensenyat, votó por unanimidad reclamar a la empresa pública estatal Aeropuertos Nacionales (AENA) la activación de la nueva denominación dentro del denominado Any Llull.
También se votó por unanimidad de todos los partidos políticos que esta iniciativa fuera apoyada por el Parlament de les Illes Balears, el Govern y el Ajuntament de Palma, además del resto de ayuntamientos de toda la isla.
Pero todo se fue diluyendo en el tiempo y acabó en nada. AENA, por propia iniciativa o por orden del Gobierno de España, es la única entidad que puede cambiar el nombre de un aeropuerto… y en ese momento no atendió la propuesta del Consell de Mallorca. De hecho, desde la propia AENA se filtró a la prensa que cambiar el nombre al aeropuerto supondría un coste de medio millón de euros.
Ahora se quiere que el aeropuerto de Mallorca, la principal puerta de entrada y de salida de la isla, esté siempre ligado al tenista de Manacor. Una vez más, por mucho que digan o dejen de decir los políticos y sus ciudadanos, será AENA quien tenga la última palabra.
En este ámbito, la propia presidenta del Govern balear, Francina Armengol, ha considerado positiva esta iniciativa.
Quizás Rafa Nadal tenga más suerte que Ramon Llull y vea su nombre estampado en letreros, marquesinas, luminosos, billetes de avión y folletos publicitarios del Aeropuerto de Son Sant Joan y de Mallorca. La pregunta que después tendremos que hacernos es si Rafa Nadal se merece más que Ramon Llull el darle su nombre al aeropuerto malloquín.
