Un otoño cálido y un invierno sin temperaturas excesivamente bajas, ha propiciado que, una vez más, los almendros avancen su floración; tal y como ya había sucedido en ocasiones anteriores.
El florecer de los almendros, por norma general, suele acontecer entre finales de enero y el mes de marzo. De esta forma, la pequeña flor del almendro cubre Mallorca con un blanco manto antes de la llegada de la primavera. Una estampa que ha dado lugar incluso a rutas y viajes para presenciar el fenómeno natural en su máximo esplendor.
Pese a lo bucólico de la estampa, que los almendros florezcan antes de lo que era costumbre hasta ahora, tan solo puede explicarse por el cambio climático. Las flores blancas de los almendros a principios de enero nos recuerdan que las temperaturas, así como el clima, han cambiado.
Los expertos alertan que, la variación en las condiciones climatológicas pueden hacer de nuestros campos, algo impracticable para los cultivos tradicionales. Así pues, esta es la cara y la cruz de la temprana floración del almendro.