Aunque reconoció que los datos de contagios que registra su departamento los lunes no son del todo fiables ya que las pruebas de positividad que se practican los fines de semana son muchas menos que las que se efectúan en los días laborables, su declaración pública y ante los micrófonos afirmando que el crecimiento de la sexta ola se estaba ralentizando y entrábamos con ello en una fase de 'meseta' se ha visto rebatida por los datos de este martes.
En las últimas 24 horas, la conselleria ha registrado 3.128 nuevos positivos, casi mil más que en la jornada anterior. Ello supone, de facto, un repunte de positivos y volver a superar la frontera de los 3.000 casos nuevos diarios.
Un dato que sí se puede considerar relativamente esperanzador -y en eso sí acerto la consellera- es el de pacientes positivos en covid que están siendo seguidos por Atención Primaria y, por tanto, están confinados en sus domicilios, muchos de ellos sin síntomas negativos.
La Conselleria de Salut dice que a fecha de este martes son exactamente 68.123 los positivos autoconfinados, mientras este lunes eran -siempre según la misma fuente- 67.712. En conclusión: 411 casos más de aumento en solamente una jornada.
Y ahora, la comparación matemática: si hay 411 casos más en sus casas y se han registrado -en el mismo período de tiempo- 927 positivos más, significa que -aunque de forma muy leve- han sido mayores las altas de enfermos ya curados que las bajas de los nuevos pacientes. Un ligerísimo rayo de esperanza en el horizonte.
Para redondear en este argumento: del lunes al martes han dado positivo casi mil personas más, pero en sus casas solo hay 500 personas más. Eso significa que siendo muchos los nuevos enfermos, aun son más los curados.
Por otro lado, y en este mismo ámbito de buscar la esperanza en los estrechos márgenes de las cifras covid, también ha mejorado la situación en las UCI. Este martes hay 5 enfermos menos que el lunes.
Paralelamente, también ha mejorado, aunque ligerísimamente, la ocupación de camas en planta: el lunes había 403 enfermos en esas habitaciones y este martes ha bajado a 395.
La 'meseta' de la consellera parece lejana, pero cada vez se ve más cerca.
