De los 150 grupos que se desplegarán por toda España preparados para afrontar este refuerzo, conformados por más de mil militares, diez lo harán en Baleares.
Han rechazado esta ayuda Madrid, Catalunya, Euskadi y Navarra.
El despliegue en las otras comunidades es el siguiente: Andalucía (50 equipos), Castilla y León (22), Comunitat Valenciana (20), Galicia (10, como Baleares) y Castilla La Mancha (9). A estos se suman los requeridos por la Región de Murcia (6), Canarias (6), Cantabria (5), Aragón (5), Extremadura (2), La Rioja (2), Asturias (1), Ceuta (1) y Melilla (1).
De hecho, este martes ya se ha iniciado en Zaragoza este apoyo de Defensa al plan de vacunación contra el coronavirus. Ha sido en el Hospital Militar de la capital aragonesa, donde se han vacunado 308 ciudadanos civiles, cifra que está previsto incrementar en los próximos días.
El plan se pone en marcha dentro de las acciones coordinadas junto al Ministerio de Sanidad para impulsar la vacunación a mayores de 12 años aún sin inmunizar y para inocular la dosis de refuerzo en mayores de 40 años.
Además de estos equipos, Defensa ha puesto a disposición de las comunidades sus dos hospitales militares de Madrid y Zaragoza.
El Ejército ya interviene en Baleares en el rastreo de los posibles positivos y sus contactos estrechos. En concreto, 30 militares refuerzan al personal civil de la Conselleria de Salud en estas pesquisas.
Esta intervención del Ejército en la lucha contra la Covid siempre provoca dos reacciones. La primera, de la que es portavoz -entre otros- el mallorquín Joan Carles March (ex director de la Escuela Andaluza de Sanidad Pública), lamenta que solamente se recurra a los militares cuando la situación alcanza límites alarmantes. La otra, de la que en Baleares lleva la bandera MÉS per Mallorca, rechaza de plano que el Ejército intervenga en labores que, según defiende esta facción, deberían ser desempeñada únicamente por personal civil.
