El 27 de diciembre del año pasado se inyectaron las primeras vacunas contra el coronavirus en Baleares y, aunque la enfermedad no ha desaparecido y en el momento actual hay más contagiados que nunca, sí que ayuda a combatir los cuadros más graves de la enfermedad. Prueba de ello es la elevada diferencia en las hospitalizaciones, ingresos en la UCI y fallecimientos por la COVID en función de si se está o no se está vacunado.
Desde el 28 de diciembre del año pasado hasta finales de este mes, tres de cada cuatro personas contagiadas que han requerido ingreso hospitalario en planta en Baleares no estaban vacunadas. Así se desprende del último informe de vigilancia epidemiológica de la Conselleria de Salut.
De los 532 pacientes que han estado en una unidad de críticos, el 83 % no estaba vacunado, como tampoco lo estaban el 69 % de los 438 muertos contabilizados en el período analizado.
Pese a que en esta sexta ola se baten récords de contagios diarios, la presión asistencial es menor que en olas anteriores. La estrategia actual pasa por acelerar la inoculación de las dosis de refuerzo, que están demostrando mayor capacidad de resistencia frente al virus.
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