Estos precios, del mercado mayorista, evidentemente repercuten directamente en la tarifa regulada, a la que están acogidos casi 11 millones de consumidores en España, y sirve de referencia para los otros 17 millones que contratan su suministro en el mercado libre.
La escalada de precios que afecta a gran parte de Europa se debe, entre otros factores, al encarecimiento del gas en los mercados internacionales, que se emplea en las centrales de ciclo combinado y que marcan el precio del mercado en la mayoría de las horas, y el aumento del valor de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2).