Los hechos se precipitaron este pasado martes, sobre la una de la madrugada, cuando se recibió una llamada en la sala del 091 que alertaba sobre dos personas que estaban siendo amenazadas por un tercero.
Una patrulla de seguridad ciudadana de la Policía Nacional se personó de inmemdiato en el lugar indicado y observó a dos hombres que estaban allí mismo discutiendo. Uno de ellos requirió a los agentes para indicarles que la persona con la que estaba en disputas había proferido claras amenazas tanto contra él como contra un tercero.
El hecho es que el hombre que denunciaba las amenazas y el tercero residen en unas tiendas de campaña a modo de chabolas situadas en ese mismo lugar descampado de la ciudad y que, según sus palabras, el amenazador había mostrado claras intenciones de incendiar las susodichas tiendas.
Ante todas estas manifestaciones, los agentes se entrevistaron con el hombre que supuestamente había proferido las amenazas, el cual reconoció que había discutido con los dos otros protagonistas porque no le dejaban dormir en las tiendas de campaña. Añadió que, al insistirles en dormir allí con ellos, le habían agredido y que, por ello, efectivamente y en represalía había prendido fuego a una de las tiendas de campaña.
Y en ese mismo momento, los agentes de la Policía Nacional se percataron de que de una de las dos tiendas situadas en el lugar empezaba a salir humo e, inmediatamente después, llamas. Prestos, utilizaron los extintores de sus vehículos policiales y retiraron los enseres posibles para recortar el fuego y, asimismo, dieron aviso a los Bomberos de Palma.
A escasos metros de la tienda incendiada se encontraba otro hombre -la otra víctima-, el cual manifestó que el presunto autor del incendio de las tiendas de campaña devenidas en chabolas le había amenazado con prenderles fuego tras pedirle que cogiera sus cosas y se fuera a vivir a otro sitio. Todo ello debido a problemas de convivencia. Momentos antes de propagarse el fuego se encontraba durmiendo en el interior de la tienda y se despertó por el intenso calor y olor a humo del fuego.
Al salir precipitadamente se encontró con el presunto pirómano con un mechero en la mano.
Los agentes, tras escuchar a los tres hombres y apagar el fuego de la tienda, efectuaron un cacheo al presunto pirómano, interviniéndole un mechero.
En vista de todo lo sucedido, procedieron a su detención como presunto autor de un delito de incendio y amenazas.
