Ante el incremento de contagios experimentado en estas últimas semanas, el Ejecutivo ha optado por endurecer algunas medidas para tratar de frenar la expansión del virus.
Una de las medidas es la exigencia al personal sanitario de vacunarse o bien presentar tres pruebas PCR semanales negativas. Esta norma debe contar con la autorización del Tribunal Superior de Justicia de Balears antes de llevarse a cabo.
Con todo, el personal sanitario balear se siente señalado con esta medida por el Govern como uno de los culpables de este aumento de casos positivos, pese a que la mayoría de ellos está vacunado y concienciado en la lucha contra la COVID-19.
De hecho, solo el 4,5% de los trabajadores sanitarios no está vacunado. Desde la Conselleria de Salud afirman que se trata de una medida de control sanitario que ya se aplica a los profesionales sociosanitarios, especialmente los trabajadores de residencias, y que trata de frenar los contagios entre empleados.
En las últimas horas se han diagnosticado más de 150 positivos entre el personal sanitario de las Islas y hay más de 60 aislados por contacto estrecho.