Según ha informado la Policía Local, los hechos ocurrieron el pasado viernes al mediodía en una peluquería de Palma, cuando los agentes fueron advertidos de que se había visto en el interior a una persona con un lémur.
Una vez en el lugar, según el relato de los agentes, uno de los empleados del comercio manifestó que su pareja acaba de marcharse y que tenía un suricata de su propiedad.
Los agentes contactaron con el Seprona de la Guardia Civil, quienes explicaron que estos animales sí que se pueden tener legalmente en España como mascotas, con la correspondiente autorización.
De este modo, el empleado manifestó que su pareja tenía toda la documentación relativa al animal y mostró, además, vídeos grabados en su teléfono móvil de la mascota.
Los agentes pudieron comprobar al día siguiente que la mujer tiene la documentación que autoriza a la tenencia del suricata.