Sin ir más lejos, la pasada semana MÉS per Menorca pidió regular los accesos a la isla durante las fiestas de Sant Joan, aunque no sean estas el único ejemplo de masificación, Sant Agustí de Felanitx o la fiesta del Much en Sineu, son también un gran reclamo.
Antes de la pandemia, las fiestas populares congregaban a miles de personas con ganas de pasárselo bien. Si bien, en los dos últimos años la mayoría de estos actos no han podido celebrarse con normalidad a causa de las restricciones.
Al ir avanzando hacia la recuperación de la normalidad, muchos plantean la necesidad de aprovechar la situación para limitar los accesos a este tipo de celebraciones que congregan a multitud de personas, ya no solo por el virus, también para evitar masivos desplazamientos de gente a una ciudad o municipio concreto.
En la propuesta de Més per Menorca se reclamaba la limitación del número de barcos y pasajeros que llegan a la isla durante las semanas del año en las que hay más tránsito, entre ellas, Sant Joan.
De hecho, diferentes entidades y colectivos se han quejado de la promoción que hace el Govern balear utilizando fiestas populares como la de Sant Joan como reclamo turístico para visitar las islas.