La regla de ahorro 50/30/20 implica dividir en tres partes el sueldo que cobramos cada mes. El objetivo es que, desde el día en que recibimos el ingreso, saber cuál es el umbral de gasto que podemos acometer en cada una de tres partidas principales. Una opción que la población considera útil para no tener que dejar de hacer algunas actividades o consumir según qué tipos de productos.
"He dejado de consumir muchas cosas porque sino no llegas a fin de mes", ha advertido una de las personas participantes en la encuesta. Por su parte, hay quien afirma que "la situación de los autónomos es bastante complicada, por lo que ahorro cuando puedo".
Los especialistas señalan que es fundamental que no se destine más del 50% de los ingresos mensuales a cubrir las necesidades básicas de una persona como el pago de la hipoteca o alquiler, la luz, el agua, la cuota de comunidad o la recogida de basura. Además de la alimentación del mes, la ropa y el calzado o el transporte para ir al trabajo.
Para dedicar un 20% del salario al ahorro, la mejor opción es retirar el dinero que vamos a ahorrar nada más cobrar, así en nuestra cuenta solo estará disponible para gastar el resto. Por ejemplo, si cobramos 1.000 euros, deberíamos sacar 200 y si cobramos 2.000, 400 euros. Así, en un año habremos ahorrado 2.400 euros o 4.800 euros.
Finalmente, el 30% se puede destinar a gastos personales como el ocio en los que se incluyen actividades como ir al cine, salir a cenar o hacer un viaje por vacaciones.
Sin embargo, existen otros trucos que permiten ahorrar en el día a día, incluso si se está gastando. ¿En qué consiste? "Cogiendo una parte del dinero del sueldo, lo pongo en otra cuenta", explica otra de las encuestadas.
Es decir, En cada compra que se realice con tarjeta, si su importe no es exacto, por ejemplo, si han sido 1,80 euros, pues los 20 céntimos que faltan para llegar a los dos euros, se guarden en una cuenta distinta. De esta manera, se redondea el precio con el objetivo de ahorrar ese pico.