Mientras, los vecinos de la zona denuncian la presencia de una precaria chabola ubicada en una de las laderas de Sa Riera y de la aparición constante de nuevos grafitis en los márgenes del torrente.
La precaria construcción está recostada sobre un muro en mal estado, algo que preocupa a los vecinos por el riesgo de derrumbe que conlleva. Además de esta chabola, son varios los testimonios que denuncian la presencia de más okupas en las antiguas instalaciones del antiguo velódromo del Veloz Sport Balear.
Así, una vecina de la zona señala que "me preocupa porque no tienes seguridad. No se ve ningún policía de barrio como ocurría antiguamente". "Hay un cierto descuido de las cosas. Nunca ves a la autoridad por aquí", apunta otro chico.
Justo enfrente, cruzando el cauce de Sa Riera, se encuentra el parque ubicado en el antiguo canódromo de la capital balear. Un parque que se tendría que haber inaugurado en septiembre de 2019, pero que continúa todavía hoy con las verjas cerradas. Un proyecto de bosque urbano por el que todavía nadie ha podido pasear, pero que, eso sí, ya cuenta con algún que otro grafiti en su entrada principal.
"A uno ya se le acostumbra el ojo a ver todas las paredes llenas de grafitis", se lamenta una señora, quien a renglón seguido añade que "da la sensación de barrio en ruinas, de declive total".
Un parque, el del Canódromo, incluido en el proyecto primigenio de la Falca Verda, presentado hace casi 20 años, y que tenía como objetivo oxigenar la capital balear. Algo, que de momento, tendrá que esperar.