Diseñadores gráficos o artistas visuales convierten cualquier muro o pared de una casa o terreno en un lienzo blanco para proyectar su entorno social, a veces, dañando elementos patrimoniales y haciéndolo por rabia, diversión o rebeldía
La policía local y Los policías del Grupo de Investigación y Seguimiento de Denuncias se dedican a recopilar información detallada de cada grafiti y buscan la manera de establecer una conexión con otras pintadas para llegar a identificar a su autor.
Toda esta información recopilada queda registrada en una base de datos que se remonta unos doce años atrás y que sirve para establecer conexiones.
Y es que la cultura del grafitero se basa en dejar huella y cuanto más alto pinten, mayor status y cuanto mas manchen, más poder. Muchos de ellos cuentan con estudios de Bellas Artes, Diseño Gráfico o similares y lo que sorprende es que estas personas con estudios sean capaces de agredir un muro histórico o un bien de interés cultural.
Los policías del Grupo de Investigación y seguimiento de denuncias este año ha podido levantar tan solo 12 actas de denuncia y ha realizado 49 actuaciones. Y es que pillar, in fraganti a quienes realizan las pintadas, es complicado