Los nervios están a flor de piel desde que la semana pasada, según testigos oculares, un vecino agrediera a un menor del centro que había estado increpando a un grupo de chicas en un parque de Son Roca. Desde entonces, la convivencia entre los vecinos y los menores del centro Norai parece cada vez más complicada.
Así lo ha señalado Manuel Alameda ‘Mangote’, presidente de la Asociación por la Integración del Pueblo Gitano, quien ha señalado que "si el Govern no es capaz de controlar a los diez menores del centro a nosotros nos es imposible hacerlo con los jóvenes de la barriada. Aquí ha habido apuñalamientos, gente ingresada en Son Dureta, manifestaciones... Parece que lo que espera el Govern es que aquí haya una muerte, y lo cierto es que así vamos por el buen camino".
Mangote asegura que algunos de los jóvenes del barrio están detrás del fuego que calcinó hasta tres contenedores este pasado fin de semana, pero que esa es su manera de protestar ante la presencia de un centro que, según muchos denuncian, ha modificado el clima de convivencia que existía en Son Roca hasta la fecha.
"Si ellos no ponen remedio, lo vamos a tener que poner nosotros", señala otro vecino, quien añade que "cuando los veamos por aquí los vamos a echar de la barriada". Otro, en referencia al hombre que golpeó al menor del centro Norai en el episodio que ha desencadenado este brote de violencia, asegura que "se trata de un héroe. No se puede permitir, bajo ningún concepto, que se acose o se increpe así a una chica menor. No se tocan".
Un clima de tensión que no ha parado de crecer desde hace una semana y cuyo desenlace final podría consistir en el traslado definitivo de este centro de menores a otro punto de la capital. Algo que apunta el propio Mangote al asegurar que "la única forma de solucionar este problema es que cierren ese centro".