Los expertos aseguran que el horario de invierno facilita una mejor adecuación entre la luz natural y el ritmo de actividad mayoritario de la población.
Además, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, este cambio de horario supone reducir hasta un cinco por ciento el consumo energético nacional.
Datos y estadísticas que no acaban de convencer a todo el mundo, intensificando así el debate sobre los beneficios y los perjuicios de este cambio de hora.
"Las personas mayores como nosotros notamos muchísimo ese cambio horario y no creo que se ahorre demasiada energía", señala una vecina de Esporles. Otra, asegura que "esto del cambio de hora es una comedia. Lo que te ahorras por la noche lo usas por la mañana; y lo que te ahorras por la mañana lo gastas por la noche".
La posible eliminación del cambio de hora ya llegó hasta el Parlamento Europeo en 2019, pero la falta de consenso sobre con qué horario se quedaría cada país hace presagiar que el del próximo día 31, no será nuestro último cambio de hora.