El concurso suele celebrarse dentro de la Fira de Tardor de Muro, los días 12,13 y 14 de noviembre, pero ha tenido que adelantarse más de un mes. "Las temperaturas no han sido las que tocaban y las calabazas no han crecido como esperaban los agricultores, por miedo a no tener calabazas el día del concurso hemos decidido adelantarlo", ha afirmado el alcalde de Muro, Antoni Serra.
Además, el primer edil ha advertido que "tenían que participar más calabazas, pero al levantarlas para presentarlas al concurso, estaban podridas". En este sentido, el primer teniente de alcalde, Miquel Porquer, ha explicado que "no es que no haya habido mucha participación, sino que muchas de las calabazas no están llegando a las fechas de la Fira de Tardor, se están pudriendo antes, por esto hemos avanzado su pesaje".
Asimismo, Porquer ha asegurado que "la participación con calabaza autóctona sí que ha sido lo suficientemente importante como para disfrutar de grandes piezas".
Por otro lado, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Muro ha destacado que "todos los participantes se llevan un detalle por participar en el concurso", mientras que "los tres primeros ganadores de calabaza autóctona y no autóctona se llevan un premio en metálico".