Fuentes de UGT aseguran que sigue habiendo "inconvenientes" que dificultan la consecución de un nuevo acuerdo, entre ellos las exoneraciones vinculadas a la formación y la "resistencia" del Gobierno a poner el 'contador a cero' en lo que respecta a la prestaciones por desempleo y que el sindicato quiere que llegue al menos hasta el 30 de junio de 2022.
Para UGT, es "imprescindible" que los trabajadores afectados por ERTE no sufran una merma en el desempleo. También defiende que, aunque es una buena idea vincular los ERTE con acciones formativas para los trabajadores suspendidos, esto debe hacerse con "suficientes garantías".
Así, al igual que afirmó ayer el líder de CCOO, Unai Sordo, UGT entiende que estas garantías no se dan una prórroga de cuatro meses como la que se plantea.
En lo que sí parecen estar de acuerdo las partes, según UGT, es que el hecho de que las empresas deban renovar su solicitud de ERTE antes del 10 de octubre, teniendo la administración un plazo de diez días para resolverlo.
Aunque en la reunión del pasado martes el Gobierno planteó que, pasado ese plazo, si no hubiera resolución se consideraría la renovación del ERTE como desestimada (silencio negativo), las mismas fuentes aseguran que el Ejecutivo ha reconsiderado su postura, de forma que el silencio administrativo se entenderá como positivo y la renovación quedará aprobada.
Las partes seguirán negociando mañana, a pocos días de que finalice el actual esquema de los ERTE, el próximo 30 de septiembre. La intención es que la nueva regulación sea aprobada en el Consejo de Ministros del próximo martes, día 28.