Según ha explicado la compañía en una nota de prensa, residuos especiales como el aceite de los transformadores o el aceite aislante registran tasas de reciclado del 78,5 por ciento; mientras que otros materiales como las chatarras, aislantes, cableado, hormigón, papel y plástico se reciclan casi en su totalidad.
La compañía, han subrayado, trabaja para dar el mayor valor a los residuos y poder generar una nueva vida y una segunda oportunidad.
A día de hoy, ya se reutilizan y aprovechan los residuos provenientes de la red de distribución de Endesa de acuerdo con la filosofía de la economía circular.
De este modo, se vuelven a utilizar, total o parcialmente, materiales usados en diferentes obras de mantenimiento y mejora de la infraestructura eléctrica, ya sea directamente o bien mediante los Centros de Recuperación y Tratamiento.
De hecho, según han detallado, es mediante estos gestores autorizados que se eligen los mejores tratamientos para recuperar y transformar los residuos con el objetivo de maximizar su valoración y volverlos al ciclo de producción y consumo.
Según han indicado, se recupera cableado eléctrico, baterías y acumuladores; se regeneran o dan nuevos usos a los aceites minerales utilizados en subestaciones eléctricas; y se reciclan o recuperan metales y compuestos metálicos.
Con este nuevo modelo económico y sostenible con el que Endesa se comprometió en 2017 con la adhesión al Pacto por una Economía Circular promovido por el actual Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, la compañía mantiene su apuesta por sustituir una economía lineal basada en extraer, producir, consumir y tirar, por una economía circular en la que se reduzcan, reutilicen o reciclen los materiales para reincorporarlos al proceso productivo, así como reducir o, incluso, si se puede, eliminar la producción de residuos.