Según ha informado el Ayuntamiento de Palma este lunes, se han controlado los polígonos de la ciudad, donde se han erradicado los macrobotellones, y se ha actuado en Playa de Palma y otros puntos estratégicos.
Durante el dispositivo se ha procedido a la realización de controles de alcoholemia y al cierre de algunas calles, con el objetivo de evitar, en la medida de lo posible, aglomeraciones en un contexto de emergencia sanitaria.
De acuerdo a los datos aportados, se han controlado 204 vehículos y se han puesto 45 denuncias de tránsito. Además, se han interpuesto 19 sanciones por etilometrías --17 administrativas y dos penales-- y se han inmovilizado 10 coches.
Concretamente, de las 120 actas levantadas, la mayoría se corresponden a incumplimientos en las licencias de actividades, botellones o desobediencia de la normativa COVID-19.
Por otro lado, dentro de las actuaciones no incluidas en estos dispositivos, se han atendido diferentes incendios urbanos, delitos por lesiones, quebrantamientos de condena, casos de violencia de género y conducción bajo los efectos del alcohol, entre otras.