Según ha informado este lunes el Ayuntamiento de Palma, el dispositivo ha sido similar al de los últimos fines de semana y ha incluido controles de alcoholemia y cierre de calles con el objetivo de evitar, en la medida de lo posible, aglomeraciones.
Así, se ha actuado en los principales polígonos de Palma, en Playa de Palma, y otros puntos estratégicos como Santa Catalina o Paseo Marítimo.
Estos dispositivos tienen una vertiente de prevención, disuasión y dispersión y se realizan desde un enfoque de congruencia, oportunidad y proporcionalidad, según Cort.
Un primer análisis de los datos refleja que en el operativo de este fin de semana se han controlado 117 vehículos, se han interpuesto seis etilometrías administrativas y una penal, se han puesto 11 denuncias de circulación, cinco por tener la ITV caducada, se ha sancionado a dos conductores para tener el permiso caducado, se han recuperado dos bicicletas de Bicipalma y se ha paralizado la actividad en un local.
Además de los dispositivos reforzados y extraordinarios del fin de semana, la Policía Local ha actuado en botellones realizados entre semana, sobre todo en la zona de Litoral, en peleas, incendios, violencia de género, coacciones, fiestas privadas en domicilios y, accidentes de tráfico, por ejemplo. En una sola noche de fin de semana se atienden entre 70 y 100 servicios, sin contar los operativos especiales.