Endesa ha llevado a término un simulacro de emergencia de incendio y de incidente medioambiental, con derrame de aceite, a la subestación de Cala Blava, dentro de los planes de prevención y seguridad que la compañía lleva a cabo en todas sus instalaciones de las Islas Baleares para poner a prueba los protocolos a seguir ante una situación de emergencia.
El objetivo del simulacro efectuado en la Subestación Cala Blava es valorar la capacidad de reacción de la organización ante una emergencia de incendio y una emergencia ambiental con derrame de aceite.
La realización del simulacro, además de constituir un entrenamiento del procedimiento ante emergencias, pone a prueba la gestión del Centro de Control, el equipo de refuerzo, el sistema de comunicación, la empresa contratista y el procedimiento de gestión de emergencias ambientales.
En la subestación de Cala Blava, situada dentro del término municipal de Llucmajor, se ha recreado un escenario en el cual una avería en un transformador de servicios auxiliares provoca un incendio y una pérdida del aceite de refrigeración, hecho que genera la activación de las alarmas. Automáticamente, se movilizan los técnicos de intervención, que comprueban que la alarma es real y se activan todos los mecanismos de actuación.
Una vez activado el plan de emergencia, el jefe de intervención informa de la situación al jefe de emergencia y se desplazan a la subestación. Junto con la llegada del Equipo de Primera Intervención a la subestación, confirman que hay un incendio en el Transformador de servicios auxiliares 2 e informan el Centro de Control.
Después de comprobar sobre el terreno que la magnitud del incendio no permite extinguirlo por medios propios, se avisa a los Bombers de Mallorca, que se desplazan a la subestación. Con la llegada de los bomberos a la subestación, que son recibidos por el jefe de intervención en el punto de encuentro e informados de la emergencia, se constata la situación del transformador de servicios auxiliares 2 en llamas, que no hay tensión en el transformador y de las zonas próximas en las cuales sí que existe tensión.
A continuación, los bomberos enfrían con agua la pared exterior del edificio en la zona del incendio y controlan la temperatura de la pared interior de la sala de control que confronta con el transformador siniestrado.
Una vez extinguido el incendio, se pone en marcha el Plan de Contingencia Medioambiental para controlar el derrame de aceite con material absorbente y, posteriormente, hacer toda la recogida del material absorbente con el aceite.
Después se hace un seguimiento medioambiental según el procedimiento ITA-003 Gestión de incidentes y emergencias ambientales y ITA-114 Control de vertidos líquidos.
Los simulacros son ejercicios preventivos, que imitan una situación real, para la seguridad laboral y para preparar los trabajadores para afrontar situaciones adversas. El objetivo de estos entrenamientos es recordar los protocolos de actuación a realizar en caso de incidentes complejos y estar preparados para actuar de manera segura y efectiva en caso de producirse, minimizando también el tiempo de respuesta y normalización del servicio eléctrico en caso de que se viera afectado. La realización de un simulacro, además de constituir un entrenamiento de los procedimientos de emergencia, pone a prueba la gestión del personal que está de guardia, del centro de control de la Compañía, y los sistemas de comunicación internos y externos.
Este tipo de situaciones se realizan de manera periódica e itinerante por las diferentes subestaciones de Endesa de manera proactiva para comprobar que la organización, metodología y medios disponibles son los adecuados para mitigar los efectos de una situación de emergencia.